sábado, 17 de mayo de 2014

La espera...

Cada respiraciòn marcaba, el instante preciso
que separaba un espacio y otro.
Como hilvanando esperanzas,
ellas danzaban, al compàs del  desasosiego.

El tiempo, fiel testigo, acata las òrdenes
de como marcharàn sus pasos,
entiende al corazòn que desiste ...
de agitar la alas, en adagio cierto.

Los segundos asoman a preguntar
al minuto, si el observador percibe
que se vierten en  un cràter voraz,
las ilusiones,  perdidas en lenta agonìa...

Quizàs sentìa que era su còmplice
para que esa gris manìa, disipe la niebla
en el que transcurrìan sus dìas...
y si llega,y si pasa ...tic tac, tic tac...

Paz y Amor