En el lugar correcto...al alcance de cada uno de nosotros, se encuentra, lo más preciado, que podemos tener. Pasamos la vida, buscando fuera y el está en nuestro interior, alimentado por todos los buenos deseos, que irradiamos y cultivado por las pasiones que cada uno trae al nacer, la lectura, la música, la cultura, el encuentro con el ser amado...que nos conecta con el placer.
Cuando realmente sentimos, él se nutre está en condiciones de dar, de conectarse al maravilloso y sagrado acto de entrega, allí es donde el propósito de la vida, nos deja trascender en el otro, llegando a la comunión del alma.
Compartamos, la existencia con lo mejor de nosotros, una sonrisa, una palabra amable, una acción que nos permita ser útiles y agradar a nuestro creador, brillando a su semejanza...
Nuestro tesoro espiritual, crecerá y nos permitirá apreciar para que vinimos... sin dudas, sin preposiciones que enturbien el estado del alma, su maravilloso sentimiento, de ser uno con el Universo...
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Entrega lo que sientes...