Esa tarde de abril,
Él esperaba apacible
que algo pasara, cuantas ansias
enrolaban, ese estado que alejaba,
la distancia, del deseo.
Entre respiro y respiro,
se cruzaba, un aire que empujaba
atropellado por la agitada
emoción que embargaba
aquella alma solitaria
que ebrio de amor, acobachaba.
Se jugaba, la esperanza
con una simple adivinanza
alguién se acordará...tal vez,
aquí estoy?, tal vez la dirección
tal vez ..., se deslizó un error...
de ese envío, que el mismo realizó.
Paz y Amor
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